Blog de Ciencia Económica

Por economía, entendemos la actividad previsora de los hombres dirigida a cubrir sus necesidades materiales; por economía nacional, la forma social de esta actividad. Carl Menge




sábado, 31 de marzo de 2012

El copago como solución al Déficit Sanitario

Los copagos (en un sentido amplio que incluye tickets moderadores, deducibles, etc.) no sólo tienden a reducir la demanda innecesaria, sino también la necesaria. En un mercado caracterizado por la asimetría informativa entre paciente y profesional sanitario, parece razonable que los mecanismos de racionalización del consumo sanitario recaigan básicamente sobre el lado de la oferta, sin perjuicio de que estos mecanismos puedan complementarse con otras medidas. En cuanto a la implantación de copagos como instrumento de recaudación de ingresos públicos, es preciso advertir de que su eficacia recaudatoria puede verse seriamente afectada por los costes de administración asociados a su diseño.

Generalmente el copago se instrumenta a través del pago de un determinado importe por un servicio sanitario que se presta, distinguiendo el ámbito donde se realiza:

a)      Atención Primaria.- Pago de un determinado importe por episodio atendido. En estos casos hay diferentes formatos: desde el pago por cada episodio al pago por trimestre.

b)      Atención especializada.- Pagos por urgencias y por estancias hospitalarias.

c)       Farmacia.- Pago por medicamentos.

Comenzando por el final, en España en la actualidad se paga el 40 % del precio para medicamentos de la lista oficial (30 %beneficiarios de mutualidades públicas), excepto pensionistas (100 % gratuito) y algunos enfermos crónicos (10 %). Se excluyen de la financiación pública los fármacos con un precio  de venta superior al precio de referencia.

Uno de los principales problemas de la farmacia, coste que anualmente crece a pesar de la introducción de genéricos y de los límites a precios que fija el Ministerio de Sanidad, es la fijación de las unidades de dispensación. Si las autoridades sanitarias se decidiesen a utilizar la tecnología disponible y se obligase a los laboratorios a producir en otros tipos de embalaje se produciría un ahorro inmediato en el coste por consumo porque los pacientes en lugar de cajas completas de producto solo tendrían que adquirir los comprimidos justos del tratamiento.

¿Qué se quiere obtener con el pago? Si el objetivo es reducir el “déficit” sanitario el importe a cobrar debería ser lo suficientemente elevado para cumplir ese objetivo, esto implicaría que la universalidad de la Sanidad española podría dejar de serlo porque no todas las personas podrían acceder a estos servicios en especial en un momento económico en el que la crisis ha expulsado del mercado laboral a mas de 5 millones de trabajadores. Si se quiere paliar este efecto pernicioso se ha planteado que se definan los importes en función de criterios como trabajador en activo o no y también de acuerdo con los niveles de renta. La gestión de las excepciones, teniendo en cuenta que las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas no han sido capaces de ponerse de acuerdo ni en los sistemas de costes, cada comunidad sigue un método, algo superado hace años en el resto de los sectores y no digamos en temas mas complejos como Historia Clínica o calendario de vacunación podría dar lugar a que los ciudadanos en función de su comunidad pagarían mas o menos y que, además, los ciudadanos al ir al médico deberían llevar consigo la declaración de la renta y el carnet de paro.

Si, por el contrario, el objetivo consiste simplemente en reducir la carga asistencial por demanda innecesaria los importes deberían ser tan pequeños que no afectasen a las capas mas desfavorecidas lo que supondría un incremento del coste de transacción en la gestión que complicaría el “déficit” sanitario.

En los próximos años la tendencia en la Sanidad Pública va a ir encaminada a reducir su coste, tomando las medidas que sean necesarias, entre las que se incluyen, según tengan una visión de mantenimiento del Estado de Bienestar o sean de corte liberal, las siguientes:



Recomendaciones OMS[1]
Recomendaciones Políticas Liberales
1.       Generalizar la prescripción de genéricos, formando a los pacientes y controlando a los prescriptores (facultativos).

2.       Controlar la comercialización de medicamentos  de usos inadecuados o ineficaces, así como baja calidad y falsificados.

3.       Reducir el uso excesivo de productos y servicios sanitarios por temor a querellas (medicina defensiva) o por demanda inducida por proveedores. Cambio en la gestión instaurando guías de práctica clínica y reduciendo el peso de la financiación capitativa o la financiación vía GRD. Financiación vía impuestos indirectos para aquellos productos o servicios que suponen unos hábitos no saludables (Tabaco, alcohol, etc.).
4.       Despilfarro en los sistemas sanitarios; Ejercer control sobre los drivers del gasto (Control de consumos de productos farmacéuticos y sanitarios), rediseñar los procesos que generan los mayores consumos (Control de tareas y recursos humanos), introducir líneas de gestión que ya han sido implantadas en otros sectores (Reformas en la gestión logística).
5.       Sanidad Pública Universal.
1.       Implantar el copago, incluyendo en las consultas, urgencias y estancias; en algunos casos se propone que también incluya el coste de alimentación del paciente.
2.       No se toman medidas al respecto cuando el consumo farmacéutico es el gasto mas caro después de los costes de personal, así como problemas de corrupción.
3.       Al igual que en el primer punto, las únicas propuestas son implantar el copago ya mencionado, así como pagar muy tarde a los diferentes proveedores. Asimismo, el planteamiento es reducir el peso del Sector Público introduciendo a la gestión Privada que utiliza parámetros de calidad y servicio muy diferentes a los públicos.
4.       Cuando aparece en algún plan la propuesta se reduce a centrales de compras farmacéuticas.
5.       Introducción de aseguramiento privado complementario o total.



[1] Informe sobre la salud en el mundo: la financiación de los sistemas de salud: el camino hacia la cobertura universal;
 ISBN 978 92 4 356402 9; Organización Mundial de la Salud, 2010